¿Funcionaron las clases virtuales?

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 La pandemia nos sorprendió a todos y canceló todos nuestros planes de diversión, trabajo, finanzas, deportes, religión, educación y todo lo concerniente a la actividad humana. Y, ante la escases se puso de manifiesto la solidaridad de los vecinos, creando ollas populares jamás visto en Paraguay. Quedó postergado todo tipo de reunión y aglomeración. 

Los niños estudiaron con ayuda de la madre.

Esta situación nos obligó a adentrarnos en el uso de la tecnología y, la educación paraguaya se redujo al uso del celular lo que, en otro tiempo, se prohibía dicho uso en las instituciones educativas. El celular fue el principal material de estudios de este año.

Este hecho produjo tantas controversias que, hasta ahora se escuchan comentarios de la flacidez educativa desde un principio en que ni los docentes eran idóneos con la tecnología y se retrasaron. Es más, la educación más que nunca fue un arte de la capacidad de resumen de los docentes, ya que es muy difícil y orilla lo imposible que los alumnos puedan entender la complejidad de ciertas asignaturas.

Clases semi prácticas.

Los de estudios primarios, las madres se han convertido en maestras, sin dejar de lado sus trabajos cotidianos y con un plus de tener al marido en casa. No podemos decir que fue un fracaso el sistema virtual, pero sí bajaron los rendimientos de los niños y jóvenes.

Otros comentan que del grupo de amigos uno o dos completan las lecciones y los demás solamente se toman el trabajo de copiar y enviar para obtener el proceso y su posterior calificación.

Video conferencia.

El aprendizaje fue a la fuerza y los involucrados con la educación trataron de demostrar su capacidad de poder y fuerza para tener bajo control su autoridad de maestra como si fuera en clase. Quizás otros países más desarrollados ya están acostumbrados con el uso de las computadoras en clase, pero nosotros, no.

Esperamos que si de seguir esta clase virtual, ya estemos mejor preparados para manejar las aplicaciones y aprovechar mejor para dar mayor rendimiento a los estudiantes. Pero nada es mejor que la clase presencial, en donde se manifiestan la espontaneidad sin ninguna restricción