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DESDE MI AULA

CLASES VIRTUALES.
 MAS INFORMACIÓN, MÁS DUDAS

Enviado por el Prof. Juan Ramón González Pereira.


La era de la tecnología, de los avances científicos, de la mecanización, de la información. Si miramos estos títulos, nos gustaría jactarnos de que hemos mejorado enormemente nuestra calidad de vida, que hemos sumado estas herramientas y que han generado mayor bienestar en la sociedad.

Estos temas ya se venían discutiendo y poniendo al debate, férreos defensores y posturas conservadoras no se ponían de acuerdo en la real utilidad de estas invenciones que forman parte de nuestro día a día. En este tiempo de la pandemia mundial, hasta los detractores de las nuevas tecnologías se sumaron a ellas por ser esta prácticamente la única forma de seguir haciendo los quehaceres propios de una actividad laboral.

En educación, los artífices, sean docentes, alumnos, directivos y padres, tuvimos que imperativamente sumarnos al uso de las TICs, el ejercicio del aprendizaje no se podía detener. Se plantearon estrategias, herramientas y plataformas interesantes para poder hacer realidad el proceso de enseñanza – aprendizaje; el momento nos urgía generar cambios sin hacer proceso alguno. En un cerrar y abrir de ojos, aprendimos a generar encuentros virtuales a través de diversas plataformas, nos desafiamos y logramos hacer lo que durante muchos años venía postergándose en nuestra práctica docente.

¿Tuvimos problemas? Sí, nos encontramos con muchos inconvenientes y uno de ellos, creo el más importante, es que en gran número de hogares el servicio de Internet era muy limitado o simplemente no se contaba con ello. Aún ante esta gran necesidad, logramos salvar un año al cual no quisiera denominarlo perdido, más bien un año diferente, que en educación deja aprendizajes muy importantes para docentes, alumnos y padres que realmente apostaron a que la vida siga fluyendo.  

Siempre se anheló y se diseñó en teoría una educación estándar para cualquier niño y joven de nuestro país, sabemos que en la práctica eso no necesariamente se daba, había diferencias de conocimientos muy notorios en nuestros egresados dependiendo del colegio o lugar que lo haga. La planificación de clases, unificadas desde el MEC, desde mi mirada ayuda y motiva que todos sin diferencia alguna de estatus social o lugar de origen pueda acceder a conocimientos primordiales diseñados desde una matriz para todos los centros.

Abogo que estas estrategias y herramientas no sean sólo para salvar el momento, sino queden definitivamente en nuestra práctica docente, afianzando de esa manera el uso eficiente de la tecnología y el acceso a una mínima calidad educativa. Por todo esto, vuelvo a insistir, no quisiera calificar a este periodo como un año perdido, más bien un año diferente.

            Con la ayuda de mamá.
Creo también conveniente reflexionar sobre toda la vorágine de información que hoy se genera desde diversos ámbitos, formas y modos y, que ameritan cada vez más una gran capacidad de discernimiento y comprensión para acercarse a la verdad. No está demás recordar que, las estadísticas no nos aventajan en la comprensión de lo que vemos y leemos, causa principal que sigamos teniendo una sociedad, sumisa, sin capacidad de diálogo y debate, estéril para cambiar y revertir tantos males sociales.

En un país, donde la prensa se ha direccionado, donde todos los días dependiendo del medio nos presentan varias verdades en pos a un hecho común, nos está generando cada vez más información, pero paradójicamente también cada vez más confundidos. La gran pregunta que surge siempre es ¿a quién creer? Así estamos hoy, esta es la sociedad que hemos construido o hemos permitido que se construya, tenemos más tecnología, mayor investigación científica, comunicación globalizada, pero el gran desafío sigue siendo, que mejore nuestra calidad de vida.