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TOBATI (Ciudad)




Tobatí fue fundada el 3 de octubre del año 1539 por Domingo Martínez de Irala. Es una ciudad de origen franciscano que posee bellos y valiosos tesoros coloniales en su templo parroquial, es una de las más antiguas ciudades del país y conserva tradiciones que se han mantenido a lo largo de los siglos, como la presencia de enmascarados kamba ra'anga en sus procesiones y fiestas populares. 




Está localizada en el departamento de la Cordillera a 70 km. de la capital de Asunción. Se compone de 15 barrios, mientras que el distrito incluye otras 22 comunidades rurales o compañías.

El nombre de este distrito deriva del guaraní "toba" que significa "cara", y del apócope "morotî", que en la misma lengua significa "blanco". 


Los habitantes originarios de estas tierras tenían un aspecto singular, pues, como lo describe el nombre, eran de "cara blanca" o "cara pálida". 

Otra versión menciona la abundancia en la zona de un material conocido como caolín, de aspecto blanquecino,   que es  utilizado como materia prima para la fabricación de materiales de construcción y la artesanía.



El suelo tobateño está bañado por el río Piribebuy y el arroyo Tobatí, que recorren el territorio de sur a norte. En esta zona podemos apreciar la Cordillera de los Altos con una singular belleza; al norte es planicie.

Sus habitantes se dedican a la cerámica, alfarería, cultivo de arroz y ganadería. La Villa Artesanal, con una exposición permanente de artesanías  de los artistas de la zona que conjugan lo moderno  con lo rústico. 

Se destacan los tallados en madera de imágenes sacras,  cuadros, objetos decorativos y la elaboración de hamacas de fibra de coco. 

Los cerros de Tobatí con sus peñascos verticales y sus cavernas son ideales  para la práctica de deportes extremos como rappel. Sus arroyos cristalinos y una cascada en el  límite con Atyrá también son importantes  atractivos.


Para el descanso y el relax, Tobatí cuenta con  el  hotel de cinco estrellas  Vista Serrana, desde donde se tiene  una vista impresionante de los cerros.


Por lo tanto, la consigna es  disfrutar del paisaje y naturaleza que se constituyen en postales únicos de la ciudad. La visita puede ser en forma individual, en familia o en grupo de amigos.