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CAACUPÉ, Capital Espiritual del Paraguay

El origen del nombre

El nombre Caacupé proviene de la palabra guaraní ka’a kupé, que significa ‘detrás de la yerba’ o ‘detrás del bosque de yerba’. El término ka’aguý significa ‘monte’ (en su acepción como ‘bosque’), y ka’á es ‘yerba mate’. Caacupé es la Capital Espiritual del Paraguay, porque cuenta con el mayor santuario del país. 


En este pueblo (Caacupé), fundado hacia el 1600, vivía un escultor guaraní de nombre José. Había sido convertido al cristianismo por los misioneros jesuitas. Era un indio guaraní, converso de la misión franciscana de Tobatí, en una ocasión, al volver de las selvas del Valle Ytú con un gran trozo de madera de muy buena calidad, dijo que se había encontrado involuntariamente ante indios de la tribu mbayá (tribu que había decidido pelear contra la colonización española y portuguesa), a los que consideraba muy peligrosos. 

Dijo haberle prometido a la Virgen María que si los mbayás no lo atrapaban, esculpiría una imagen de ella y lo veneraría. Entonces dijo que se le apareció la propia Virgen María en persona, que le gritó en guaraní: ¡Ka'aguý cupé-pe!, que significa ‘¡vete detrás de los arbustos de yerba mate!’ (planta muy usada como infusión en Paraguay, y que es uno de los principales productos que exporta el país). 


El indio corrió, y encontró un grueso tronco tras el cual se escondió. En ese momento prometió que con la madera del árbol protector tallaría la imagen de la Virgen, si es que llega a salir con vida del trance. 

Efectivamente los mbayás siguieron de largo sin advertir su presencia, y el indio, agradecido, en cuanto pudo regresar, tomó del árbol la madera que necesitaba para esculpir la estatua de madera.

El tronco le alcanzó para esculpir dos estatuas; la mayor fue destinada a la Iglesia de Tobatí y la más pequeña la conservó el indio en su poder, para su devoción personal. El santuario de la Virgen de Caacupé es una basílica católica de Paraguay que fue inaugurada el 8 de diciembre de 1765 y que se ha convertido en un lugar de peregrinación de numerosos creyentes. Segunda parte de la leyenda Los misioneros jesuitas decían que en el sitio preciso de la aparición había brotado agua milagrosa, y que esa agua había ayudado a los guaraníes a sobrevivir el calor del verano.

Años después, la gran inundación que creó el lago de Ypacaraý amenazaba con destruir los poblados cercanos. Los frailes franciscanos, acompañados de los habitantes de la región, organizaron rogativas pidiendo la tranquilidad de las aguas. El padre Luis de Bolaños bendijo las aguas y —como cada año— éstas retrocedieron hasta sus límites actuales. 

Pero en esta ocasión apareció flotando la imagen de la Virgen, que los misioneros dijeron que era la de la misión de Tobatí, la misma que el indio desconocido tallara años atrás. Desde entonces el pueblo la llamó la Virgen de los Milagros.
Tupasay Ykua

El indio desconocido se había instalado con su familia en ese sitio. Construyó un humilde oratorio, que como un imán atrajo a los supersticiosos pobladores de su entorno, constituyéndose un poblado conocido primeramente como Los Ytuenses. Hacia 1765, la zona ya era conocida como el Valle de Caacupé. El 4 de abril de 1770, se toma como referencia para la fundación del pueblo de Caacupé.

Descripción de los simbolismo de la imagen
Los tres círculos de estrellas: María "virgen antes, durante y después del parto". Su rostro moreno (cruza entre la raza indígena guaranï y la raza blanca europea) es típico de la mujer paraguaya.  La mirada maternal de la virgen, cuida a sus hijos.  La estrella brillante de la corona: María “Estrella de la mañana”. El pelo largo: es propio de la mujer aborigen. Viste una lujosa túnica blanca y un exquisito manto azul. El manto está adornado con figuras de la flor originaria de las zonas tropicales: “pasiflora”. Los aborígenes, en sus migraciones, reconocían la fertilidad de la tierra por la presencia de esta flor. La imagen de la Virgen está de pie, pisando una serpiente, sobre el globo terráqueo azul con tres estrellas doradas, y la cinta con los colores de la bandera paraguaya. El simbolismo es múltiple: por un lado, María vence a la maldad (la serpiente: figura mítica del mal que amenaza a la humanidad), y supera los ídolos paganos (las tres estrellas). Por otro lado, la cinta representa a María protegiendo al pueblo paraguayo