¿PORQUÉ.. Mi cuerpo me pide dulces?

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TENEMOS SENSORES EN EL CUERPO

Edición 140

Nuestro cuerpo sabe lo que necesitamos en cada momento para mejorar nuestra salud o mantenerla estable. Cuando el cuerpo pide algún tipo de alimento es necesario prestarle atención, pero siempre teniendo en cuenta que cualquier exceso es perjudicial.

Existen sensores en nuestro cuerpo para detectar el sabor dulce en la boca, el páncreas y en el intestino. Así, en ocasiones nuestro cuerpo nos pide que le proveamos de azúcar, y existen varios motivos para ello de los que debemos ser conscientes. Descubre por qué tu cuerpo te pide dulce continuamente.

¿Por qué tu cuerpo necesita comer alimentos dulces?

Es necesario distinguir el simple placer de la necesidad real que tiene el cuerpo, pues de lo contrario puede derivar en un exceso de dulce, y ello conllevará enfermedades como obesidad, depresión o algún tipo de enfermedad mental leve. 

Las razones por las que tu cuerpo te pide dulce, y por lo que debes prestarle atención en tu alimentación diaria, son:

Una nutrición deficiente. 

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El cuerpo sabe qué nutrientes necesita, cuando pide que comas algo dulce es posible que le esté faltando elementos como el cromo o el magnesio. El magnesio se obtiene del chocolate y ayuda a equilibrar el sistema inmunológico, controla la ansiedad, es un relajante muscular, evita la inflamación y fortalece los huesos.

Para el cerebro y el sistema nervioso central. 

La glucosa es necesaria para el correcto funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso central. Ayuda a mantener la concentración, la atención y la capacidad de aprendizaje. El azúcar y los carbohidratos elevan el nivel de glucosa en nuestro cuerpo.

No dormir lo suficiente. 

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Cuando dormimos mal tenemos sensación de hambre, entonces el cuerpo pide que le alimentemos y le proporcionemos energía.

Estado de ánimo bajo. 

La serotonina es un neurotransmisor proveniente de los alimentos, se crea en nuestro cuerpo y es uno de los compuestos químicos que envía información entre las neuronas. Cuando existe un nivel bajo de serotonina el estado de ánimo decae y aumenta la necesidad de comer alimentos  dulces.

Estrés. 

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Cuando sufrimos estrés se libera el corticol, hormona glucocorticoide. Una de sus funciones es incrementar el nivel de azúcar en sangre, por lo que provoca que consumamos más alimentos, especialmente aquellos que contienen más cantidad de azúcar y de grasa.

Calor. 

El calor demasiado elevado hace que bajen los niveles de serotonina, lo que provocará que el cuerpo demande alimentos que contienen glucosa.

La edad. 

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Con la edad también disminuyen los niveles de serotonina, ello puede dar lugar a una variación del estado de ánimo. El cerebro demandará alimentos que contengan mayor carga de glucosa para sentir placer.

El alcohol. 

Un exceso de alcohol daña las células cerebrales y disminuye el nivel de serotonina, el cerebro demandará una mayor cantidad de glucosa para fortalecer sus células.

A través de una dieta sana podemos proporcionar a nuestro cuerpo lo que necesita, aunque no es necesario negarnos el placer de comer dulces que contienen azúcar blanca, pero sí lo es no excederse.