HIELO PARA CUIDAR TU PIEL
Edición 131. DE PRIMERA MANO, Revista
En más de una ocasión habrás escuchado "ponte
hielo" después de que alguien ha sufrido un golpe en alguna parte del
cuerpo, esto debido a sus propiedades desinflamantes. Sin embargo, el hielo
tiene muchos otros beneficios para el cuidado de la piel. Pero antes de
mencionar sus aplicaciones, hay que tener en cuenta que no es recomendable aplicar
hielo directamente a la dermis y muchos menos por varios minutos.
Pero, aplicar hielo de esta forma puede provocar quemaduras.
En efecto, la mejor forma de hacerlo es colocarlo en un paño delgado de tela,
el mismo que irá sobre la piel. Otra forma sería utilizar paños con agua muy
fría, en caso de que la persona sea muy sensible al agua completamente helada.
El hielo es un complemento ideal para regenerar y
rejuvenecer la piel. Es especialmente usado para el rostro, como parte de una
terapia facial y se considera como un tratamiento de origen oriental. La
aplicación consiste en frotar durante varios segundos el paño con hielo o agua
helada en la zona a tratar (es recomendable hacerlo en las primeras horas de la
mañana). Algunas de las principales ventajas pueden ser:
- Combatir el acné, eliminar manchas, arrugas y quemaduras
como consecuencia de los rayos solares.
- Mejorar la circulación sanguínea, lo que ayuda al
rejuvenecimiento.
- Tonificar el rostro y reducir las líneas de expresión o la
aparición de imperfecciones.
- Prevenir los puntos negros y cerrar los poros del cuerpo.
- Ayuda como desinflamante para golpes, ojos hinchados,
ojeras, etc.
Por otro lado, también es beneficioso para los casos de
resequedad en la piel. Dichos casos aumentan en personas que suelen bañarse con
agua muy caliente, lo que también acelera el envejecimiento.
En cuanto a la circulación sanguínea, el hielo tiene un
efecto de constricción de los vasos sanguíneos durante varios segundos. Cuando
se retira el frío, el propio organismo envía un flujo mayor de sangre más
caliente a la zona, esto hace además que la piel tenga una mayor oxigenación.
Recuerda que para cuidar la piel y el cuerpo en general,
también hay que realizar ejercicios físicos, llevar una dieta saludable y evitar
usar demasiados productos químicos.
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