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¿Felices vacaciones?


 EDUCACIÓN. Edición 128 Dic/18

Escrito por el Prof. Juan Ramón González Pereira.
En la educación, el expresarnos felices vacaciones, es una manera de expresar y celebrar el productivo año que hemos tenido. Sin ningún temor a equivocarme, puedo afirmar, que esta expresión se sigue ajustando al logro obtenido de algunos, desde su rol protagónico en el sistema educativo paraguayo.

Ahora, mirando objetivamente desde un punto de vista macro, difícilmente podamos expresar a nuestra sistematización educativa, la frase felices vacaciones.

Con sólo observar y detenernos en los números estadísticos que arroja la evaluación aplicada a la escolar básica y al bachillerato por el SNEPE, se refleja la realidad nuestra, que realmente estamos mal , dándonos hasta una mirada pesimista de que estamos más cerca de hundirnos definitivamente como país, que aflorar y convertirnos en una nación desarrollada.

Resulta sumamente difícil imaginar siquiera, que podamos emprender vuelo como sociedad si nuestra mirada y nuestras fuerzas no apuntan a mejorar el conocimiento de nuestra sociedad. Que sólo 6% haya alcanzado un nivel óptimo en el área de Lengua y Matemáticas, nos debe doler, inquietar y mover a la acción. Nos estamos literalmente muriendo por ser "Tavy". La ignorancia trae consigo males que nos impiden ser feliz.

Desde mi aula puedo observar día a día, la desesperanza de nuestros jóvenes, despertar en ellos algo distinto no es tarea fácil. La realidad que nos toca compartir en nuestras clases, no distan de la realidad que vemos y vivimos en la sociedad. En el aula pregonamos y tratamos de convencer a nuestros educandos que deben leer y acceder al conocimiento, pero afuera vemos que son premiadas las personas más mediocres. Les pedimos a nuestros alumnos que sean honestos, patrióticos, justos, pero contrariamente a estos valores afuera son enaltecidas y quedan impunes las personas que practican actos totalmente distintos a estos valores.

Estoy convencido como educador que la educación debe tornar sus fuerzas, sus recursos humanos y económicos, conjuntamente con otros organismos estatales en hacer realidad la práctica imperativa de los valores. Los valores no se negocian, no se personalizan, son universales y se cumplen.
Abogo por tiempos mejores, hay un ko'etī en nuestro pueblo, que nos permite mantener el sueño de que el sol definitivamente puede brillar y vencer a una penumbra que se resiste a dar paso a la luz. Ser feliz en el Paraguay debe dejar de ser un sueño, para convertirse en una nación fértil para la realización de las personas, destruyendo y desarraigando toda maleza que pueda obstaculizar su crecimiento.