Header Ads

PARAGUAYO CAPAZ

EDITORIAL JULIO/Edic.85. 12 aƱos en tus manos.


Escrito por la abog. Beatriz Morel.

A veces las comparaciones son constructivas para mejorar el ambiente o la calidad de vida de las personas que viven en comunidad. Las diferentes culturas existentes aportan un gran beneficio para imitar aquello que ignoramos y mejorar lo que estamos intentando hacer.


Muchas veces hacemos preguntas como estas:
    ¿PorquĆ© tanto atraso existe en nuestro paĆ­s, siendo que en el vecino se tiene mejores comodidades y servicios por parte del estado e inclusive de particulares?
    ¿PorquĆ© fĆ”cilmente nos adecuamos a las exigencias, por ejemplo cuando pasamos a Foz de IguazĆŗ con respecto al cinto de seguridad?
    Cuando queremos ingresar al lado Argentino que no debemos olvidar nuestros documentos esenciales.
    ¿PorquĆ© somos tan perezosos en nuestro paĆ­s y en el extranjero casi no dormimos?, etc.

A cada situaciĆ³n, el paraguayo se adecua perfectamente. En el centro de la ciudad, hay paraguayas y paraguayos que hablan un perfecto portuguĆ©s y apenas entiende el espaƱol que es uno de los idiomas oficiales del Paraguay, tambiĆ©n hay quienes han aprendido a hablar el idioma Ć”rabe y chino para complacer a sus patrones. Es decir, cada quien se adecua segĆŗn la necesidad. 

Si somos capaces de hazaƱas como las mencionadas y tan inteligentes asĆ­ de adecuarnos como el agua de acuerdo al recipiente, ¿por quĆ© nos sometemos a los extranjeros que vienen a nuestro paĆ­s buscando un pedazo de pan que ya no tienen en el suyo? Siempre estamos viendo al paraguayo como empleado de un extranjero que en su paĆ­s, probablemente, ya no tenĆ­a un lugar para vivir dignamente y un trabajo para sustentarse.

Observemos dos billetes de diferentes valores. Al sĆ³lo mirar podemos saber el valor que tiene cada uno y, ¿cĆ³mo sabemos… siendo que el material es el mismo? Y concluimos que el que le da valor es el banco Central y nosotros respetamos y utilizamos asĆ­. El mismo ejemplo podemos tomar para referirnos al ser humano, estamos hechos del mismo material y no nos damos el valor que nos corresponde, nos menospreciamos (menos precio-valor).

Ahora es momento de liderar nuestra vida, de darnos el valor y salir adelante. Observemos nada mĆ”s cĆ³mo progresan las personas y las empresas del primer mundo siendo que carecen de recursos naturales y lo que nosotros tenemos suficientemente. En otro continente y mismo en nuestra AmĆ©rica, las personas se dirigen directo hacia la cima por el camino de la ciencia, el estudio, la investigaciĆ³n, la auto-superaciĆ³n y elevaciĆ³n del nivel intelectual, a diario. 

Estas personas no tienen un frondoso Ć”rbol en su patio porque viven en departamentos, no tienen suficiente agua ni para la higiene. En cambio, nosotros tenemos campos verdes y arroyos cristalinos. Todo esto sin valorar porque dĆ­a a dĆ­a se talan los Ć”rboles indiscriminadamente sin reforestar, o si se tiene un Ć”rbol en el patio de la casa, sĆ³lo es utilizado para tomar tererĆ© aprovechando su sombra… no he visto aĆŗn a ninguna persona leyendo un libro debajo de su hermoso Ć”rbol, sino mĆ”s bien reuniĆ©ndose para jugar las cartas, reuniĆ³n de vecinas para informaciones mutuas, etc. No valoramos ni nuestro cuerpo y nuestro ambiente, ya que los arroyos cristalinos del ayer, hoy estĆ”n contaminados de basuras y por ende creamos numerosas enfermedades que no podemos combatir y, en el intento nos empobrecemos mĆ”s.
Queda a la reflexiĆ³n, para que cada uno extraigamos una conclusiĆ³n.