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EL PODER EN LAS MANOS

EDITORIAL. Edición 105
Por Abog. Beatriz Morel.

Ciudad del Este, la segunda ciudad económicamente más importante del país es administrada por la familia Zacarías Irún/McLeod desde hace 13 años y va por más,  ahora también a nivel departamental. Con esta política, desde siempre los funcionarios municipales han sido arreados a participar en reuniones coloradas con pase de lista, es más, cada funcionario debía y debe  traer consigo al menos 10 personas más. Con esto se justifica la masiva concurrencia en cada reunión convocada por nuestras autoridades municipales. Los que desacatan tal orden son pasibles  de ser eliminados de la planilla con derecho a entablar un juicio administrativo o laboral a largo e interminable pleito. 

Por otra parte, los empresarios del transporte se ven "obligados" a proveer ómnibus con tanque lleno y chofer de modo gratuito para el transporte de los "correligionarios", de lo contrario son multados y sacados de circulación para formar parte del jardín del corralón municipal. Todo esto, no es secreto para nadie, la mayoría de los funcionarios municipales lo comentan y también la ciudadanía.

Los medios de comunicación que son bendecidos con espacios publicitarios es una especie de parche para los comentarios negativos sobre esta administración. De buena fuente nos enteramos de todos estos comentarios vertido en este espacio. Es más, comentan que existe una pequeña oficina en donde unos funcionarios sintonizan exclusivamente todas las programaciones radiales y cuando surge alguna expresión sobre la intendencia local, éstos graban para luego ser sancionados como corresponde.

Así también, muchos sectores están a favor de la actual administración por realizar construcciones de unas cuadras de empedrado o la pared de alguna institución educativa o religiosa. Esto y mucho más debe ser trabajo habitual de todos los entes municipales. No es un favor a la comunidad sino una obligación hermosear la ciudad y dotar de infraestructura para una mejor calidad de vida. Para eso son votados y, elegidos para ser autoridad y, las personas que ostentan los escaños públicos se supone que no es por los privilegios sociales ni las grandes ganancias sino por una gran “vocación de servicio”.

Hemos tenido la oportunidad de ser testigos de dos grandes manifestaciones recientemente, uno a favor de la administración municipal organizada por el mismo ente con ómnibus en puerta gratuitamente con bocaditos a bordo y, otra encabezada por algunos políticos frustrados con intereses en la próxima elección, con ellos más de “50 gremios” cuyos participantes llegaban como podían.

Veremos qué pasa más adelante, la población quiere transparencia en la administración municipal, según se comenta poco trabajo y pésimo servicio en las obras públicas sin embargo, las autoridades cada vez son más acaudalados. Todos queremos transparencia en la administración pública. Que sigan los que están o vengan otros, de igual modo se exigirá transparencia. El pueblo, el gigante está despierto.